De enero a febrero del 2010 las apuestas fueron por 202 millones de dólares y en el 2011 sumaron 230 millones. Los ingresos más importantes dentro de las actividades de esparcimiento se registran en las máquinas tragamonedas, con 176 millones, un incremento de 29 millones en relación al año pasado, mientras en las mesas de juego se dieron apuestas por 42 millones de dólares.
“Esto se debe a dos factores: el número de máquinas que operan en las salas de apuestas ahora es ilimitado, y por el otro lado los casinos se están instalando en lugares más accesibles”, señaló Antonio Alfaro, presidente de la Asociación de Administradores de Juegos de Azar (ASAJA).
Dijo que la actividad en la industria de azar ha cobrado mayor dinamismo, luego de que el gobierno eliminara el límite de máquinas tragamonedas activas en las salas de juego. “Antes cualquier negocio podía operar con 500 máquinas como mínimo, explicó Alfaro, añadiendo que ahora se permite un número ilimitado de tragamonedas tipo A”.
Actualmente operan en el país 15 casinos completos a nivel nacional, según la Junta de Control de Juegos.