Entre reclamos de regidores del PAN, que denunciaron un golpe del Alcalde Adalberto Madero en coalición con ediles del PRI y PT, la anuencia para la casa de apuestas fue aprobada en una votación de 17 votos a favor y 11 en contra.
Éste sería el noveno casino que abre sus puertas en la Ciudad en la actual administración y el segundo con permiso del municipio.
Incluso, este aval otorgado en el 2007 derivó en una sanción partidista contra el Alcalde panista, a quien sus propios regidores acusaron de coaligarse con la Oposición para aprobarlo en fast track.
El síndico Rogelio Sada calificó el dictamen de espurio porque se firmó en una reunión sin el quórum reglamentario, y acusó a las fracciones de Oposición de aceptar servilmente los deseos del Alcalde, a quien responsabilizó de la prisa.
Para justificar el aval, regidores del PRI y el PT argumentaron que las casas de apuestas operan con y sin aval del municipio.