ientras sonaba una fanfarria de trompetas, la pista fue oficialmente abierta nuevamente por la reina Isabel de Inglaterra, quien elogió la ambiciosa renovación y dijo: “Podemos esperar muchos años de carreras en un ambiente de clase mundial”.
Con una espectacular tribuna nueva para recibir a sus miembros más elegantes, la alta sociedad inició su temporada de verano al dar su aprobación a la pista, que pertenece a los bienes de la Corona.
“He estado viniendo aquí desde tiempos inmemoriales y mi primera impresión es fantástica”, opinó Peter Rowntree, uno de los 230 miembros del Club de Carreras Royal Ascot, que albergó el año pasado el derby Epsom, cuyo ganador fue el caballo Motivator. El entrenador Willie Jarvis estaba igualmente impresionado. “Ciertamente, lo han hecho bien. Es fantástico y la pista del hipódromo luce en gran forma”, dijo. El entusiasta jockey italiano Frankie Dettori, quien se hizo famoso en 1996 en Ascot al ganar todas las siete carreras, declaró: “Royal Ascot es la olimpíada de las carreras planas”.
En contraste con el largamente demorado Estadio de Wembley en Londres, la nueva tribuna y la pista renovada fueron concluidas en meses. A tiempo y dentro del presupuesto planificado, puede compararse con los mejores hipódromos de Asia, Estados Unidos y Oriente Medio.
Para los aficionados a la moda, el Royal Ascot es el mayor escaparate del calendario social. Las damas usaron sus vestidos más flamantes y sus sombreros más extravagantes en el espectáculo. Los caballeros, resguardándose del calor con sombreros de copa y frac, ingresaron en el recinto santificado del Royal, donde la entrada fue en un tiempo tan estricta que los divorciados no podían concurrir.
Los asistentes levantaron sus sombreros cuando la reina Isabel, una entusiasta aficionada de las carreras, desfiló por la pista en un vehículo descapotable. La reina Ana fue la primera monarca en darse cuenta hace 300 años de que Ascot era una región espléndida para la construcción de un hipódromo cuando corría a través del bosque, cerca del castillo de Windsor.
El recinto fue inaugurado en 1.711 y se conmemoraba cada año con la presencia de la reina Ana en el día de inauguración.