l objetivo de Aseju y Omega es que la reducción fiscal tuviera efectos en el ejercicio 2006, máxime cuando el cierre de establecimientos en esta jurisdicción está siendo muy notable. Aseju y Omega postulan una cuota única del 22% de los importes nominales jugados, cualquiera que sea la modalidad de bingo jugada.
Lo que se obtuviera de la disminución de la cuota se destinaría a aumentar el retorno a los jugadores vía premios, lo que teóricamente debiera redundar en un aumento de la facturación y, por consiguiente, de la capacidad recaudatoria de la Comunidad. Actualmente las salas de bingo satisfacen una presión fiscal media del 24,25%. La estimación de las dos asociaciones sobre la facturación en 2005 revela una pérdida del 8,5%.