Los empleados del Casino de Tucumán reclamaron al gobierno de la provincia que se realicen inversiones en la institución. Tal actitud fue asumida por los trabajadores a raíz de la determinación del Gobierno de concesionar la explotación de mil maquinas tragamonedas a favor de la firma Casino Club.
Los trabajadores reconocieron que, si bien no se habla de privatización, la apertura de un centro de juegos se convertiría en una competencia peligrosa para las máquinas de pulso existentes en el casino, tanto que producirá el cierre de las casas dedicadas a esa actividad.
Así se manifestaron Jorge Avellaneda, secretario adjunto, y los vocales José Aguilar, Martín Adam y Fabián Sergio, quienes en representación de los doscientos trabajadores del sector reclamaron una conducción del casino más acorde a las circunstancias.
"Es indispensable que la Caja Popular designe gerentes que tengan capacidad para mejorar a la institución, que hoy padece problemas de infraestructura con baños en malas condiciones, sin comodidad para el público, y con mobiliarios e iluminación en malas condiciones", afirmaron. Por último desmintieron conversaciones con empresa alguna para instalar máquinas en el Casino.