a nueva disposición, que acaba con la dispersión producida por las sucesivas modificaciones de adaptación del anterior reglamento, tiene como uno de sus aspectos más destacados la supresión de la tercera categoría de los bingos, con lo que ninguna sala podrá tener un aforo inferior a 150 personas cuando entre en vigor la norma
Otra de las novedades es que a partir de ahora se exigirá a las empresas la implantación de un sistema de admisión en soporte informático, que permita la conexión a la Dirección de Juego y Espectáculos del Gobierno vasco.
En cuanto al desarrollo del juego, el nuevo decreto permite además modalidades de bingo a través de redes informáticas, telemáticas o vía satélite, así como la aplicación de las nuevas tecnologías en cartones virtuales o sistemas informáticos que gestionen íntegramente el juego.
Según los especialistas, estas variaciones en la mecánica del juego, junto con las nuevas modalidades, buscan proporcionar a las empresas que gestionan estas salas la flexibilidad suficiente para optar por las condiciones de juego que mejor se adapten a los usuarios en cada momento.
Para el Gobierno Vasco, el nuevo reglamento de las salas de bingo fue implementada con la intención de poner freno a la progresiva pérdida de atractivo de este juego. A juicio del Ejecutivo autonómico, este desinterés tiene su origen en una concepción excesivamente rígida del modelo original de juego y de la normativa que lo ha sustentado.