La Fiscalía General del Estado (FGE) mexicano de Baja California, secuestró en la ciudad de Tijuana 23 máquinas tragamonedas estilo 'mini casino' y siete equipos de cómputo, en el marco de tres operativos para combatir el delito de corrupción de menores, a quienes se los suele ver en locales ilegales apostando y jugando.
Así fue el caso en esta situación, ya que el juez a cargo lanzó los allanamientos tras realizar el seguimiento de una denuncia anónima que informaba sobre la presencia de menores de edad utilizando las tragaperras.
El primer golpe lo dieron en una casa sin número de la calle Coahuila. De allí se llevaron 18 máquinas de este tipo. Cinco más fueron decomisadas a algunas cuadras de ahí, en Coahuila 394. Los siete equipos de cómputo cargados con juegos de azar no regulados, fueron secuestrados en un establecimiento también de la Zona Norte de la ciudad.
El compromiso de las autoridades del estado de Baja California es público y notorio. Hace algunas semanas, su gobernador, Jaime Bonilla Valdez, anunció que desde que comenzó su gestión destruyeron más de 3 mil slots, que fueron retiradas de más de 1.200 lugares distintos.