Los casinos de Mendoza logran una recuperación parcial de la actividad a un mes de la reapertura

Los establecimientos se abrieron nuevamente al público el 14 de noviembre con largas filas de clientes y uso de tapabocas, y aunque los ingresos presentan una caída interanual del 64%, si se lo compara con el mismo mes del año pasado, todo hace prever que la actividad logró una reactivación importante.

En noviembre del año pasado ingresaron $ 334 millones (poco más de US$ 4 millones al cambio actual) sólo en los juegos electrónicos. El relevamiento que publica cada mes el Instituto Provincial de Juegos y Casinos Mendoza sólo consigna en este periodo lo que corresponde a los tragamonedas, ya que por la emergencia sanitaria el Gobierno no habilitó los juegos de paño en ninguna sala.

El 16 de marzo, y cuando no existían casos confirmados de coronavirus, el gobernador Rodolfo Suárez anunció el cierre preventivo de los establecimientos, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, para restringir la asistencia y concentración de personas en lugares de gran concurrencia.

Ocho meses después, el 11 de noviembre, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial la resolución 2.629 del Ministerio de Salud que habilitó la actividad a partir del 14, pero con un máximo de ocupación del 30% de las máquinas tragamonedas, no pudiendo superar en ningún caso las 120 personas.

Sin embargo, menos de una semana después, el Ministerio de Salud modificó el protocolo, aumentando el aforo permitido al 50%, es decir, con 200 clientes dentro de las instalaciones.

Así las cosas, en los primeros días se vieron largas filas para poder ingresar a las salas, por lo que luego de evaluar la aplicación práctica del protocolo, se estableció un sistema de turnos y se limitó el horario de permanencia. A la par que se amplió el horario desde las 10:00 hasta las 0:30 horas.

De los once casinos habilitados, sólo en seis están dadas las condiciones para recibir a 200 personas en forma simultánea: los privados Cóndor (Guaymallén), Arena Maipú, Enjoy (Ciudad) y Sun Plaza (Ciudad), además del Casino Central (Godoy Cruz) y del anexo de San Martín.

Con la capacidad limitada al 50%, el poco movimiento que generó el turismo interno en los grandes hoteles y con la imposibilidad de que ingresen turistas del extranjero, los casinos ubicados en hoteles fueron los que más perdieron.

En este sentido, el Fuente Mayor lidera el ránking con un hundimiento del beneficio del 79%. Si bien no es el que más recauda en la provincia, sólo logró sumar poco más de $ 2 millones en los últimos quince días de noviembre, frente a los $ 12 millones del mes completo del año pasado.

Algo similar pasó con Enjoy, que es uno de los que mueve las cifras más altas de la provincia. Pasó de recaudar más de $ 66 millones a escasos $ 20 millones, un 68% menos.

Al que no le fue nada mal, considerando la realidad, fue al Tower de San Rafael, con el porcentaje más bajo de descenso interanual en la provincia (-55%) y un ingreso de más de $ 11 millones. Lo mismo que el Arena con una caída del 62% y un beneficio de $ 14 millones. En cuanto a las salas provinciales, el casino de CM General Alvear se llevó la peor parte (-65%). Mientras que la sede central del Casino de Mendoza, ubicado en Avenida San Martín al 2000, se mantuvo por debajo de la media provincial (-63%) y beneficios superiores a $ 14 millones.

Ahora, los casinos y salas de juego esperan que en los próximos meses la situación se revierta, teniendo en cuenta que desde el 1 de diciembre se habilitó el turismo nacional. A la par, se mantienen las expectativas para que el Gobierno Nacional permita el ingreso de extranjeros desde el Paso Cristo Redentor, lo que posibilitará una nueva inyección a la economía de la provincia.