Ana María Padrós es la fundadora de TEAM SEVEN, consultora de soluciones de marketing para la industria de los juegos de azar a nivel regional.
Me he encontrado con técnicos que ahora son gerentes de operaciones o en algunos casos gerentes generales de sus propias compañías; personal de mantenimiento de casinos que ahora son slot managers; anfitrionas ahora jefes de servicio o de marketing y en fin, podría seguir y seguir nombrando posiciones y líneas de carrera por mucho tiempo.
Mi propio caso es un ejemplo, empecé como jefe de marketing de una empresa peruana con operaciones sólo en Perú, mi último trabajo dependiente fue como gerente senior de marketing para Latinoamérica de una empresa global y, finalmente, me convertí en la dueña de mi propio negocio regional, todo sin moverme de la industria de juego.
Dicho lo anterior, debemos ser conscientes de que más que un trabajo, cuando contratamos a alguien, estamos ofreciéndole una carrera. La industria del juego es una oportunidad, uno puede empezar en una posición de primer escalón y subir en la escalera corporativa hasta lo más alto, hay muchas pruebas vivientes de ello.
Como cabeza de empresa, cuando compites por el talento, serás comparado por el salario que ofreces, tipo de negocio, beneficios, horario y varios otros factores. Los candidatos tienen varias opciones en la calle donde pueden conseguir un trabajo. La pregunta es, ¿pueden obtener una carrera?
Como miembro de este sector, mi recomendación es que las empresas sean chicas o grandes, posean un programa de desarrollo de carrera, si ya lo tienen, excelente.
Es importante también que lo hagan evidente al momento de la contratación y que sea uno de los motivos, sino el principal, de que los candidatos estén interesados en trabajar en la empresa.
Este programa debe ser integral, es decir, parte de la cultura de la compañía. Desde el primer contacto, el candidato debe percibir la satisfacción de los colaboradores de pertenecer a la empresa. Se debe contar con un procedimiento de contratación muy responsable y una inducción que permita al nuevo empleado conocer los beneficios de ser parte de un sector con múltiples oportunidades.
En nuestra industria solo hace falta querer hacer las cosas bien, estar dispuesto a aprender, realizar un trabajo esforzado y responsable y bingo... ¡el camino al éxito está trazado!