De las cuatro zonas planeadas, sólo una ha sido creada: “Azov-City”, donde por el momento únicamente funcionan dos casinos. “El rendimiento de la inversión del Estado en la creación de la zona “Azov-City” ha entrado en cifras negativas”, declararon auditores del Tribunal de Cuentas.
La ley federal Nº244 “De la regulación estatal de la actividad y la organización de los juegos de azar y enmiendas en actas legales de la Federación Rusa”, aprobada en 2006, prohíbe desde el 1 de julio del 2009 el juego de azar en toda la geografía nacional, a excepción de la zonas habilitadas especialmente para este fin.
Pero en lugar de trasladar los clubes y los casinos, sus dueños prefirieron cerrarlos o continuar con las actividades de forma ilegal. Una de las principales razones es que el castigo por la violación de la ley sólo se castiga con una suma equivalente a los 1 200 euros.
Los órganos policiales han señalado que tras la prohibición del juego, la cantidad de casinos virtuales en Moscú ha aumentado en un 150%. En cualquier caso, a comienzos del 2010 los profesionales del sector ya reconocieron extraoficialmente que el 90% de los centros de juego de azar han continuado con sus actividades de una u otra forma.
“Esta ley no afecta a las loterías y las bolsa”s, aclara el vicepresidente de la Asociación de los empresarios de juego, Vladimir Iliushin. Este hecho fue aprovechado por muchos empresarios, ya que en el texto de esta ley hay algunas frases susceptibles de ser interpretadas libremente. Por ejemplo, el equipamiento necesario para la lotería no se especifica ni se reglamenta en ninguna parte”.
De esta forma, los múltiples locales de máquinas tragamonedas de repente se convirtieron en salas de lotería instantánea. La situación, en opinión de expertos, cambió radicalmente después de que, el pasado verano se introdujera una ley de responsabilidad criminal por la organización de casinos ilegales.
“Ahora se ha adoptado una ley de enjuiciamiento criminal muy dura y por regentar un negocio de juego ilegal se puede recibir una condena de seis años de cárcel”, comenta el presidente de la sociedad anónima “Loterías de Moscú”, Igor Dines. “Un riesgo muy grande que les ha parado los pies a muchos. Por este motivo, el desorden que se venía observando en el sector del juego es poco probable que vuelva”.
Además, después de que el juego se hundiera en la ilegalidad, el jugador comenzó a abandonarlo. “La cantidad de gente dispuesta a jugar es sensiblemente menor a la que había hace cinco años”, puntualiza Dines.
“Las zonas de juego se pensaron para atraer a los grandes inversores, que se encargarían de construir toda una ciudad para la diversión, con sus parques infantiles, tiendas, salas de conciertos y casinos”, aclara el presidente de la Asociación nacional de apostadores, Oleg Zhuravski. “Este tipo de inversor existe, es cierto, pero no en Rusia, sino en el extranjero. Y en su camino también se vuelve a cruzar la ley 244”.
“Pero la ley pone bien claro que los terrenos se arriendan a diez años. Lo que ocurrirá después, entra en el terreno de lo desconocido. Por ejemplo, la zona meridional estaba compuesta por dos regiones: Krasnodar y Rostov. La última recientemente ha sido excluida del plan, a pesar de que la gente ya había comenzado algunos trabajos…”, apunta Vladimir Iliushin.
Además, de acuerdo con la ley, cualquier empresario puede adquirir una concesión en estas zonas de juego. Los grandes inversores no están muy de acuerdo con que los frutos de sus esfuerzos los aprovechen sus competidores, y encima de menor nivel. Oleg Zhuravski opina que “ningún inversor dispuesto a invertir 5 000 millones de dólares en un complejo de ocio, va a ver con buenos ojos que a su lado comiencen a florecer pequeños bares con máquinas tragaperras y sospechosos locales con alguna mesa de juego, aprovechando la coyuntura y las infraestructuras creadas por él”.