Juego online en Uruguay

Luis Gama: “Hay que trabajar fuertemente para que el jugador atienda sus necesidades de entretenimiento en el juego regulado”

06-07-2022
Tiempo de lectura 3:15 min

En un análisis exclusivo para Yogonet.com, el consultor y ex regulador de juego del Uruguay, Luis Gama, actualizó la situación del juego online en el Uruguay, y destacó su desacuerdo respecto a desdoblar la regulación de este segmento en dos entidades reguladoras, una para juegos de casino y otra para las apuestas deportivas.

“Hace unos meses ingresó al Parlamento Nacional un proyecto de ley, en dónde se plantea regular los juegos de casinos en línea, actividad que será prestada a través de la Dirección General de Casinos. Paralelamente, hay un permiso otorgado a un operador privado local, para explotar las apuestas deportivas por Internet; operador que actúa bajo el control de la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas”, explicó Gama.

Creo que poner sobre la mesa un proyecto referido al juego es una buena cosa, pensando en que es una oportunidad para debatir sobre el juego en su conjunto, y la modalidad online en particular. El Estado detenta el monopolio del juego (en el Uruguay), y es su responsabilidad resolver todo lo referido a la regulación del mismo”, agregó el consultor internacional.

Convengamos que el juego online, con o sin regulación, está operativo en nuestros países, y lo que corresponde hacer, es llevar adelante los mecanismos correspondientes para ordenarlo debidamente, y disponer del control del mismo en un combate frontal a la ilegalidad. Desconocer esto es darle la espalda a la realidad”, destacó Gama a Yogonet.

“Algunos actores afirman que implantar y resolver regular esta modalidad, no hace otra cosa que fomentar el juego, cómo si la acción de regular implicase que el juego se instale, a partir de ese momento, en forma automática. Una afirmación por demás equivocada, que obedece a un gran desconocimiento o a un interés particular y no colectivo”, consideró.

A mi juicio el proyecto tiene grandes debilidades”, enumera Gama. “No ordena y regula al juego online en su conjunto, sino que apunta exclusivamente a la actividad de juegos de casinos en línea, entendiendo que el juego referido a apuestas deportivas ya está resuelto. Además, es contradictorio en cuanto a que los juegos de casinos online operarían bajo la órbita de la Dirección General de Casinos, y las apuestas deportivas funcionan bajo el control de la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas; dos Unidades Ejecutoras dependientes del mismo Ministerio, actuando como reguladores del juego online de manera parcial”, asegura Gama.

No hay antecedentes de que el juego online sea regulado por dos organizaciones, debido a lo complejo de su funcionamiento y a que los criterios objetivos, la metodología de trabajo y las políticas de juego responsable a aplicar, podrían diferir sustancialmente unas de otras, con las consecuencias que ello acarrearía. Asimismo, es paradójico que mientras una parte del juego online seguirá funcionando de forma monopólica, la otra operaría bajo una cierta cantidad de licencias a adjudicar”, consideró.

“Es, a nuestro entender, un tema a revisar. Los monopolios en la actividad no ayudan a construir una buena oferta lúdica y, en consecuencia, no atiende la demanda requerida por los jugadores. Una regulación muy restringida puede provocar un desplazamiento de los apostadores hacia el juego no autorizado. Por tal motivo, actualmente en la región no hay un solo proyecto de ley vinculado a la explotación del juego online, que plantee como posibilidad adjudicar una sola licencia. Tanto en Chile, Brasil o Perú, se plantea otorgar un número ilimitado de licencias y, en esta misma dirección resolvió Colombia y las loterías más importantes de la República Argentina. Fuera de nuestra región, España laudó en el mismo sentido”.

Algunos tienden a pensar que una mayor oferta en el juego online equivale a promover el mismo. Tengo una opinión contraria a esto, afirmando que el juego está instalado y lo que corresponde de parte del Estado es ofrecer un abanico importante de opciones para que el jugador no se traslade al juego no autorizado. Hay que apuntar a mejorar sustancialmente la calidad de la oferta. De no ser así, estaríamos equivocando el camino y los resultados serían muy negativos para la actividad”.

“Se deberán establecer políticas de juego responsable y de comunicación, a los efectos de salvaguardar los intereses de los ciudadanos, trabajando especialmente en evitar el juego compulsivo y la minoridad”, comentó el consultor.

Todas las acciones se deben llevar adelante desde una estructura organizacional potente, sólida, profesional y principalmente actualizada con los nuevos objetivos. Para ello se deberá tomar en cuenta el proyecto de ley elevado al Parlamento Nacional, de fecha 19 de octubre de 2015, en donde se plantea -entre otras cuestiones- la reorganización institucional de los juegos de azar, separando claramente las funciones de regulación y control de la actividad directa de explotación de los mismos. Hay que trabajar fuertemente para que el jugador atienda sus necesidades de entretenimiento en el juego regulado. Desde el Estado el gran desafío será adecuar su oferta a los requerimientos de los apostadores. El interés colectivo deberá primar por sobre el particular”, finalizó Gama.

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