Un estudio publicado la semana pasada por la revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA), comparó estadísticas de contagios de COVID-19 de los estados norteamericanos donde el uso de tapabocas fue obligatorio en restaurantes con las regiones donde no lo fue, y demostró que las mascarillas previenen hasta un 90% de los casos.
Desarrollado por Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus suglas en inglés) de Atlanta Georgia, el análisis aseguró que el uso de mascarillas reduciría no sólo los contagios, sino las muertes en un 80%.
En los estados donde se liberó el uso de barbijos hubo 643,1 casos cada 100 mil habitantes. Este número pasa a 62,9 cada 100 mil donde se mantuvo la prohibición. Son datos que no dejan mentir ni esconder información.
En medio de tanto conflicto por las medidas restrictivas que en todo el mundo acorralan a la industria del juego, el estudio viene a demostrar lo que desde el sector se viene repitiendo en todas lados: los casinos y establecimientos de juego donde los protocolos sanitarios sean estrictos, no tienen incidencia en los contagios de COVID-19.
Además, en la investigación se analizan los restaurantes, donde los clientes deben sacarse la mascarilla cuando comen y beben. Algo que en los casinos ni siquiera es necesario. Por lo que el uso de barbijos en estos lugares es casi completo, porque nadie debe bajárselos o sacárselos por nada en particular.
Test rápidos, depuradores de aire y detectores de exceso de dióxido de carbono en lugares cerrados, la reducción de los aforos y demás medidas restrictivas, son parte del abanico de propuestas que desde casinos, bingos y otros establecimientos afines, se tomaron para evitar la propagación del coronavirus. Es tiempo de repensar la situación teniendo en cuenta la economía y los estudios científicos que demuestran que, con cuidados, se puede seguir viviendo una normalidad controlada, hasta que la pandemia termine.
Para leer en inglés el estudio completo.