El grupo Cipriani, a través de la firma Fosara S.A., quedó como único oferente para desarrollar el Cipriani Ocean Resort an Club Residences Punta del Este, en el predio de ex hotel San Rafael, ubicado en la Parada 11 de Punta del Este.
De esta manera, a partir de esta semana comenzará el trabajo de análisis y aprobación de la propuesta a cargo de la Comisión Asesora, integrada por la OPP, Presidencia de la República, los Ministerios de Economía y de Turismo, y la Intendencia de Maldonado.
El monto a invertir en la construcción y alojamiento del nuevo hotel de lujo deberá ser igual o superior a US$ 160 millones, sin considerar el valor de la tierra donde se asiente la infraestructura. El grupo italiano ya señaló que será una inversión muy superior, cercana alos 450 millones de dólares, y que incluirá además la construcción de dos edificios de apartamentos.
Si todo sale como espera el empresario Giuseppe Cipriani, quien encabeza el proyecto, algunos servicios del nuevo complejo ya estarían operativos a partir del 2021.
La licitación señala además que el oferente se comprometerá a abonar al Estado un canon anual, que consistirá en un porcentaje de los ingresos brutos del casino.El monto mínimo anual a pagar será de US$ 7,8 millones el primer año, con un incremento anual de US$ 100 mil hasta el 2026 inclusive. Luego de esa fecha el piso anual será un valor fijo que deberá proponer el oferente en su propuesta económica y que deberá ser equivalente o superior a US$ 8,4 millones.
La concesión para explotar la licencia de casino se otorgará por un plazo de 20 años contados a partir de finalizadas las obras y puesta en marcha del hotel y del casino.
Recurso de Enjoy
Hace uno días, la firma Baluma S.A. (grupo Enjoy) había presentado un recurso contra el proceso de licitación para "salvaguardar sus derechos", tal lo expresó el operador a través de un comunicado, pero finalmente el gobierno uruguayo decidió rechazar la presentación, dándole así luz verde a la apertrua de la única oferta, presentada por el grupo Cipriani, promotor de la iniciativa para la consutrucción del nuevo complejo que llevará su nombre en caso de ser adjudicado.
Baluma S.A. se amparaba en que cuando firmó el contrato con el Estado, en 1992, para construir lo que en ese entonces era el hotel Conrad, suscribió una cláusula de exclusividad que obligaba en el caso de otorgar otra licencia de casino, debería estar acompañada de una inversión igual o mayor a la que hizo en su momento.
Tras el fallo del Gobierno, fuentes vinculadas a la empresa dijeron que no tomarán ninguna otra medida al respecto.