En los locales de juego será obligatorio exigir el DNI para comprobar si los clientes son mayores de edad, dado que los menores tienen prohibido el acceso en todos los casos, y para comprobar que los usuarios no forman parte de la lista de 702 personas inscritas en Asturias que solicitaron voluntariamente que no se les permita acceder a estos establecimientos. Las medidas están incluidas en el Programa de Prevención de la Ludopatía 2018-2020.
De este modo, Asturias se convertirá en la primera comunidad en disponer de los mismos sistemas de control para todos los establecimientos del sector. El Ejecutivo aplicará esta medida en uso de las prerrogativas que fija la normativa vigente en Asturias, una ley “muy garantista” frente a la liberalización del sector que conllevaba las aprobadas en otras comunidades autónomas como Madrid, opinó Martínez.
El consejero hizo estas afirmaciones durante el debate en el pleno de la Junta General del Principado de una interpelación de la diputada de IU Concha Masa sobre el incremento de los locales de apuestas en los últimos años en Asturias para las que solicitó una normativa más estricta a fin de regular su funcionamiento.
Según el consejero, la ley asturiana permitió un crecimiento ordenado de un sector que tiene en el Principado una “dimensión adecuada” y que está integrado por un casino, seis bingos, 22 salones de juego y seis locales de apuestas. Esa actividad, que da empleo a 813 trabajadores, genera ingresos tributarios por importe de 27 millones de euros anuales frente a los 60 millones que aportaban en la década de los años noventa los treinta y tres salones de juego existentes en esa época.
En el caso de los establecimientos de apuestas, los seis existentes se abrieron en los dos últimos años con lo que no se puede hablar de una «explosión» de aperturas de locales de este tipo, según Martínez, y recordó además que en Asturias no se permite dar servicios de restauración en estos establecimientos.
Asimismo, señaló que el objetivo del Gobierno es conciliar los “legítimos intereses empresariales” con programas de formación para desincentivar la adicción al juego, en especial en sectores vulnerables como los menores, un ámbito en el que ha asegurado ninguna administración ha tomado tantas iniciativas.
Según la parlamentaria de IU, se trata de un problema que se está incrementando y que es necesario abordar con actuaciones de todas las administraciones, de la estatal a la local, dado que resulta obligada su coordinación ante «la nueva droga del siglo XXI» que está afectando a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Martínez puso como ejemplo que Asturias es, por número de salones de juego, la segunda comunidad con menos establecimientos de este tipo, después de La Rioja, con 20, y ocupa también el segundo lugar en número de salones en relación con la población, con 21,26 por cada millón de habitantes, muy lejos de la media nacional, de 67,91.
El juego representó en 2017 ingresos tributarios para el Principado de Asturias 27.014.000 de euros, cantidad que se mantuvo a lo largo de esta legislatura. Algo más de 25 millones procedieron de tasas por juegos de suerte, envite o azar, otros 1,7 millones del impuesto sobre el juego del bingo, 226.588 euros por tasas de juego sobre apuestas y 42.000 euros de tasas sobre rifas, tómbolas y combinaciones aleatorias.
El sector del juego en Asturias está compuesto por un casino en Gijón, con una sala apéndice en Oviedo que abre al menos tres meses al año; 6 bingos, 22 salones de juego, 6 locales de apuestas, 130 empresas, 813 trabajadores y 5.401 máquinas de juego.