La Comisión de Turismo y Bienestar Social, que preside el representante Néstor Alonso Vega, comenzó a analizar ayer una medida para permitir que los casinos de Puerto Rico ofrezcan juegos de azar a través de Internet.
El Proyecto de la Cámara 1696, elaborado por Alonso Vega, modifica la Ley de Juegos de Azar con el fin de permitir la actividad por medio de plataformas digitales, autorizar a la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR) a imponer derechos de franquicias, fijar los requisitos mínimos para obtener franquicias, y la distribución de los ingresos de los juegos online. Además, se fiscalizaría y reglamentaría el cobro de derechos de licencias de juegos online, y para otros fines.
Consultado por Yogonet, Jaime Alex Irizarry, director de la División de Juegos de Azar de la CTPR, respaldó la aprobación de la medida, aunque presentó propuestas para modificar el texto original a fin de regular la actividad desde el principio.
En primer lugar, pidió que se autorice a la CTPR a requerir el bloqueo IP de servidores, páginas o proveedores de servicios que ofrezcan juegos online que no estén autorizados. Además, busca que no se permita la creación de establecimientos, tanto dentro y fuera del IP de los casinos.
En cuanto a la carga impositiva, sugirió que se reduzca del 20% al 15% para equiparar la competitividad en el país y ante un posible acuerdo multijurisdiccional con Estados Unidos —impulsado tras el fallo reciente de la Corte Suprema a favor de las apuestas deportivas—, y que se establezcan los costos operacionales para esta actividad y sean deducidos de los ingresos generados. Con respecto a los porcentajes de retención de los juegos online, propuso que sean iguales a los ofrecidos en las salas presenciales, básicamente para los slots, que rondan entre el 83% al 98%.
El representante Ángel Matos García comentó que este proyecto tendría que resolver, en su momento, si este ofrecimiento va a generar un nuevo jugador en las salas de casinos. En ese sentido, Irizarry explicó que la inquietud está vinculada a una de las preocupaciones principales transmitidas en una reunión reciente por la Asociación de Hoteles y Turismo de Puerto Rico (PRHTA), que radica en la posible migración del juego presencial a la modalidad online. Esa agrupación nuclea a operadores de hoteles, y algunos incluyen parte de los casinos, aunque no todos.
Según el funcionario, el proyecto actual contempla ese punto, ya que si los casinos resultan los únicos autorizados para comercializar el juego online como propone, "el ciclo del jugador se mantendrá dentro del casino". Las estadísticas que expuso su división indican que en el juego online, el 80% tiene entre 18 y 45 años, mientras que en el presencial, el 84% son mayores de 45.
“El juego online llena un espacio de atractivo hacia personas más jóvenes que no ven razón para estar en un casino presencial, por la tendencia del comportamiento de gratificación inmediata prefieren el formato móvil, las tabletas”, explicó Irizarry.
““En el juego online, el 80% tiene entre 18 y 45 años, mientras que en el presencial, el 84% son mayores de 45
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Aun con esos dos argumentos estadísticos, observó que deberían reconocer que constituiría un valor añadido para atraer a las salas presenciales, porque podrían ofrecer sus juegos y ofertas land-based en las plataformas online: “Es un atractivo que quien no entiende la industria del juego no reconoce su valor”.
Según la pieza legislativa, el recaudo y la distribución de los ingresos de la industria de casinos es de gran importancia ya que nutre tanto al sector privado como al público.
“Entendemos apremiante aprobar legislación como esta. Precisamente, por la ausencia de una regulación efectiva, como la aquí propuesta, actualmente en Puerto Rico se realizan apuestas por Internet de manera ilegal, sin protección ni garantía alguna, tanto para los usuarios, como para el Estado”, había explicado Irizarry en declaraciones escritas.
Para el año fiscal 2017, la distribución neta de tragamonedas fue superior a los 263 millones de dólares. De éstos, los casinos recibieron alrededor de 126,8 millones de dólares, la Universidad de Puerto Rico recibió 61,9 millones de dólares, la CTPR obtuvo 53,7 millones de dólares y el Fondo General 20,6 millones de dólares.
El presidente de la Comisión remarcó que con el comienzo de los juegos de azar por Internet en los Estados Unidos, Puerto Rico puede ser parte de una nueva oferta: “De esta manera se abre el espacio para el desarrollo de un nuevo mercado y, por tanto, el potencial de aumentar el ingreso en las arcas de la Isla”. En cambio el representante por acumulación, José Aponte Hernández, expresó sus reservas al proyecto al disentir en la creación de más juegos.