in contar las ventas de la Lotería Nacional de Beneficencia de Panamá, las apuestas en los juegos de azar cerraron el primer semestre de 2017 con una caída del 15,5%. La Junta de Control de Juegos recibió reportes de apuestas por 935 millones de dólares, es decir, 175 millones de dólares menos que el año pasado.
“El impuesto del 5,5% al servicio que estableció el gobierno en 2015 ha creado un efecto cascada en la industria, comenzando con una menor cantidad de jugadores de alto nivel, seguida del despedido de personal y reducción de turnos”, sostienen los operadores de juegos de azar locales.
De enero a julio, el 86% de las apuestas se concentraron en máquinas tragamonedas tipo A, que permiten múltiples jugadas en un sólo movimiento. El segmento, controlado por Gaming & Services Panamá, perdió 152 millones de dólares en comparación al mismo período del año anterior.
“No importa si la persona gana o pierde, igual el establecimiento le tiene que retener el 5,5% de la cantidad que cambie en la caja y eso está alejando a los grandes apostadores, en su mayoría extranjeros”, explicó Antonio Alfaro, presidente de la Asociación de Administradores de Juegos de Azar de Panamá.