En el mismo informe, la AGA apunta que el 97% del dinero que se mueva en el juego procederá de apuestas ilegales, en un mercado negro que surgió tras la creación del PASPA (Acta de Protección del Deporte Profesional y Amateur) en 1992 y que sólo permite las apuestas deportivas en ciertos estados.
Sólo en Nevada, la cuna del juego en Estados Unidos y uno de los estados en los que se permite apostar a este evento, se estima que el dinero que se moverá en apuestas rondará los USD 150 millones, superando los USD 132,54 millones del 2016.