"No contaba con tripulación a bordo y se desplazaba a la deriva", señaló Cozzi. El navío recorrió más de siete kilómetros hasta llegar al río Paraná, del que el Iguazú es tributario, "sin provocar daños a personas ni a otras embarcaciones", informó.
Con la intervención de los remolcadores pudieron detenerlo en Puerto Bertoni, a 30 kilómetros de la Triple Frontera, el punto tripartito entre Argentina, Paraguay y Brasil.
El barco permanece ahora en la costa del Club Santa Rosa, a la espera de ser trasladado a su lugar definitivo, que sería el lote 1 del predio denominado "las 600 hectáreas", según trascendió.
La embarcación tiene 90 metros de eslora (largo), por 18 de manga (ancho), no poseía motor ni timón y estaba siendo refaccionada para funcionar como casino flotante, con hotel y restaurantes.
Cuenta con ocho pisos, donde se proyecta distribuir unas 52 habitaciones cinco estrellas, pileta, solarium y gimnasio, salones de eventos y teatro, además de cuatro salones para juego, con tragamonedas.