a solución, según afirma el estudio encargado por Remote Gambling Association (RGA), pasa también por conceder a las empresas una compensación de los costes con los bonos e incentivos que ofrecen a sus usuarios.
Lo que nunca sería rentable es subir la tasa al 15% por los impactos que produciría al no poder las empresas recuperar la inversión y verse "obligadas a operar en el mercado gris", como cita el informe.
El mismo documento añade que las pretensiones del Gobierno para que los bonos de bingo, poker y casino no sean deducibles de impuestos dañarían la capacidad de aquellos que operan con licencia y que abonan las tasas correspondientes.
Todo esto viene motivado por el anuncio del Ministerio de Hacienda inglés cuando publicó en 2012 que el juego de azar online se gravaría de distinto modo. RGA concluye diciendo que el Tesoro británico ha elaborado pequeños cambios en el régimen actual en lugar de realizar una revisión integral del régimen fiscal.