Los vendedores de lotería se sienten amenazados por su exclusión definitiva de esta actividad, dado que el contrato que la JPS firmó con la trasnacional que manejará la lotería electrónica, habla de que esta es una primera etapa, generándose así sentimientos de miedo de que una "segunda" etapa sea la entrega de la lotería en papel.
Como bien sabemos la JPS juega un estratégico papel para combatir la exclusión social de grupos vulnerables de la población y la introducción de la lógica mercantil en lo que debe ser sus ámbitos de promoción del juego de azar con fines sociales, provoca protestas y movimientos como éstos.
La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) decidió respaldar a los vendedores de lotería en su protesta.