Chile

El Casino Municipal de Viña recupera ventas a niveles previos a la crisis

24-11-2010
Tiempo de lectura 6:25 min

A su vez, está desencantado por las murmuraciones según las cuales el grupo privilegia otras unidades de negocio en desmedro del tradicional establecimiento, lo que considera “terriblemente injusto” para la empresa.

Esos son los contrastes que marcan el ánimo del gerente general de Enjoy, Javier Martínez, durante esta entrevista, en la cual analiza el presente y proyecta -hasta donde es posible- el mañana del negocio de entretenimiento, que tras la promulgación de la nueva Ley de Casinos (2005) se expandió por el país con tanto arrastre como los mall.

“Yo estoy muy contento con el resultado de Viña porque vamos a terminar con una venta prácticamente igual a la de 2008, periodo que ha tenido las mejores cifras”, dice y agrega que “evaluamos muy bien el desempeño de Enjoy Viña, entendiendo que hasta 2005, cuando aparece el entorno competitivo, la industria de los casinos era diametralmente distinta a lo que es hoy día”.

En el negocio del juego en Chile claramente hay un antes y un después de la Ley de Casinos. Y esa transformación la han sentido, con mayor o menor intensidad, todos los actores involucrados en la industria.

Desde los operadores de casinos municipales, que de pronto debieron hacer frente a la dura competencia de los privados, hasta las comunas sedes de nuevos recintos, que ahora tienen ingresos adicionales -la mitad de la recaudación del Impuesto Específico al Juego-, pasando obviamente por las ciudades dueñas de estos establecimientos, cuyos presupuestos dependen en gran medida de los ingresos de aquéllos y que ven cómo se acerca el 31 de diciembre de 2015, cuando según la nueva ley expiran sus licencias.

Cuando el nuevo régimen de la industria preparaba su debut, Enjoy encargó un estudio para saber cuánta clientela de Santiago que antes venía al casino de la avenida San Martín preferiría quedarse en los cercanos territorios de Monticello. Los resultados fueron inquietantes: “los clientes mostraron una disposición a cambiarse entre un 25% y un 45%”, dice Javier Martínez, quien plantea que la baja del orden del 12% en los ingresos atribuible a la competencia -“el resto se debió a la crisis”- es la mitad de lo que pudo ser.

“Lo que hicimos fue redoblar nuestro trabajo. El estudio proyectaba que en el mejor de los casos (la fuga de clientela) iba a ser de un 25% y logramos bajarlo a la mitad. Por eso, cuando me preguntan, yo digo que los resultados de Enjoy como operador son muy buenos en Viña”.

¿Este va a ser un buen año para Enjoy?
Va a ser un buen año porque hemos recuperado los niveles de venta que teníamos, hemos incorporado nuevas operaciones, como Santiago, y la verdad es que se han desarrollado bastante bien cada una de las unidades de negocio.

¿Se consolidó Enjoy Santiago? Los ingresos brutos en septiembre son sobre 1.700 millones de pesos (U$S 3.519.950) y más que triplican los de agosto.
¡Muy bueno, pues! Ojalá en octubre pudiéramos cuadruplicar y en noviembre quintuplicar. Santiago ha andado sumamente bien. Creo que hicimos una muy buena propuesta de valor para el mercado. Hoy está funcionando el casino y estamos desarrollando el proyecto integral que debería estar abierto al público los primeros meses del próximo año.

¿Cómo ve a Viña en este contexto?
Hay preocupación en las autoridades por el impacto de la competencia Enjoy Santiago-Monticello en los ingresos de la ciudad, cuyo presupuesto depende en 40% del casino.
Yo estoy muy contento con el resultado de Viña porque vamos a terminar con una venta prácticamente igual a la de 2008, periodo que ha tenido las mejores cifras.

¿Usted entiende la preocupación de las autoridades por lo que se estimaba una baja en los ingresos del casino?
Yo lo entiendo y tengo la misma preocupación. Lo que hemos hecho es trabajar y hacer bien la pega para tratar de revertir los resultados. Las cifras lo demuestran”.

Un reciente estudio de Larrain-Vial señala que hacia 2014, Santiago y Coquimbo serán los más importantes y Viña quedará en el tercer lugar en el esquema de negocios de Enjoy.
Lo que pasa es que la contribución de Viña al resultado de Enjoy crece a tasas mucho menores que las que está creciendo el resto por dos razones: porque es un mercado maduro y porque Viña necesita una inversión en infraestructura para ponerse a tono con el resto de los casinos, y no sólo con los de Enjoy, sino con todos. Ahora, las tasas de crecimiento de 2010 no son menores.

¿Coquimbo y Antofagasta sí tienen espacio para crecer más?

Sí, claro. Son todos proyectos nuevos, donde las inversiones están recién hechas y vamos a crecer todo lo que podamos. Nosotros nos debemos a nuestros accionistas y tenemos que maximizar el crecimiento no sólo de Coquimbo o Antofagasta, sino también de Viña y de todos los negocios de Enjoy.

¿Supo que hay una decisión municipal de poner una placa que diga “Casino Municipal de Viña del Mar” en el recinto, para mantener y recordar la identidad del establecimiento por encima de la marca Enjoy Viña?
Creo que están en todo su derecho de hacerlo. Pero también que hay que entender la nueva industria de casinos que existe en el país. Y la verdad, para mí, ese tema no tiene ninguna relevancia. No van a ir más clientes -que es lo que necesitamos- porque diga "Casino Municipal".

Usted decía recientemente que por las características de la industria actual, los aspectos de marketing y marca deberían quedar en manos de los operadores y no en manos de las ciudades o municipios sede…
Es que por ley no puede ser de otra manera. Es el operador del casino el que tiene que hacer la estrategia comercial, que está enfocada a la generación de ingresos.

Lo que le quiero preguntar es si el municipio de Viña ha sido un socio bueno, regular o malo en esta concesión.
Viña siempre ha sido un muy buen socio. Por eso cumplimos 35 años allá. Creo que las sociedades son como los matrimonios: cuando uno no está cómodo, son otras las soluciones”.

Y ustedes están cómodos.
Se lo voy a decir de otra manera. Yo tenía cinco años cuando partimos en Viña. Sería masoquista si estuviera 35 años incómodo”.

También ha dicho que en el plazo de 5 años que falta para que expire la licencia de los casinos municipales es casi imposible realizar las inversiones que Viña necesita, que son gigantescas.
La restricción del Casino de Viña hoy día es su tamaño de planta. Nosotros estamos tratando de maximizar todo lo posible los metros cuadrados para poder incorporar más máquinas y alternativas de entretención para nuestros clientes y no tenemos más espacio. Eso pasa por una mayor inversión. Recuerde que este es el proyecto que planteamos el año 2000, que le ha generado una cantidad histórica de ingresos a la municipalidad, y que es un contrato renovable por 15 años, por lo cual siempre contemplamos que para una segunda etapa había que volver a realizar una inversión…

Que no es posible por los plazos…
Eso se ve truncado con la aparición de la Ley Marco de Casinos. Ahora, yo creo que ese es un tema que tienen que resolver más bien los alcaldes porque el activo de las licencias es de las comunas, y una vez que esté resuelto tenemos que entrar los operadores a ver cómo lo hacemos. La ley establece que el impuesto a pagar es el 20%. Si hacemos el símil con el contrato de Viña, nosotros pagamos el 50%. Entonces, la verdad es que lo que tiene que hacer Viña es tratar de mantener al máximo este contrato y ver cómo se puede hacer hacia adelante.

¿Y qué se requiere?
Inversiones en infraestructura, porque si el Casino de Viña dio un salto entre 1999 y 2002, hoy día tiene que ser aún más grande por el mayor entorno competitivo actual. Usted entenderá que con un horizonte de cuatro años no hay inversiones que sean factibles de poder realizar. Creo que todos los casinos municipales necesitan un cambio en su inversión ahora ¡ya! Porque con la aparición de la nueva competencia, si no se renuevan lo antes posible, cada día van a perder competitividad. La verdad hasta ahora hemos podido recuperar los niveles de venta en base a gestión, esfuerzo, trabajo, pero llega un minuto en que no está la infraestructura para seguir creciendo.

¿Qué va a pasar después del 2015? ¿Enjoy postularía a una nueva licencia en Viña en el marco de la nueva Ley de Casinos o no está interesado?
No sé de dónde saca eso. Para nosotros Viña siempre ha sido y será una de nuestras principales inversiones y vamos a hacer todos los esfuerzos posibles para poder tener el mejor casino en Viña, operado por nosotros, con las condiciones que la autoridad determine o la legislación vigente permita. El compromiso con Viña nunca ha estado en duda. Y si alguien no lo ve así, la verdad es que no sé cuáles son los fundamentos.

Eso quiere decir que si se licita la licencia para el periodo posterior a 2015 ustedes van a estar ahí, levantando el brazo...
Por supuesto, haciendo la mejor oferta que podamos hacer por Viña. De eso no le quepa ni una duda.

¿Tienen dimensionada la magnitud de la inversión que requiere Viña, para enfrentar la competencia?
En un ambiente competitivo como el de hoy y en un posible proceso competitivo por Viña, las cosas se hacen y no se cuentan.

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