Los comerciantes aseguraron que la pretensión del Gobierno nacional no es reducir la evasión de impuestos, sino controlar todo el sector privado y causar "dolores de cabeza a los pequeños y medianos empresarios, con las continuas revisiones y el abuso de cobros de impuestos excesivos por parte del Seniat".
Denunciaron, además, que con el cierre de cuatro días de las agencias se genera una importante pérdida de ingresos y dificulta el bolsillo del propietario para cancelar la mensualidad de arrendamiento de local comercial, pago de empleados, servicios públicos, etc.