Entrevista a Carlos Eduardo Canto, titular de Febrabingo

"Nuestros parlamentarios temen votar proyectos autorizando la reapertura de los bingos en Brasil"

11-07-2008
Tiempo de lectura 2:02 min

¿Cuál es hoy la situación de los bingos brasileños?

Están desregulados. Nosotros, desde Febrabingo, creemos que tenemos una legislación en vigencia para los bingos, pues ninguna ley revocó las autorizaciones emitidas por la Caixa Económica Federal, órgano responsable hasta entonces del Gobierno Federal por las autorizaciones, control y fiscalización del sector.

¿Cuál sería el motivo por el cual la regulación de los bingos no se concreta?

Ciertamente, la política. Nuestro Congreso, así como en la mayoría de los países, tiene dificultades para aprobar leyes. Y con seguridad, en un sector polémico como el nuestro y con la prensa habando todo el día, nuestros parlamentarios temen votar los diversos proyectos autorizando la reapertura de los bingos.

Vale destacar que en todos los estudios, investigaciones en periódicos y la televisión, los bingos tienen un índice de aprobación de la gente por encima del 70% por su apertura.

¿Existe un estimativo de cuándo se regularán los bingos?

El momento ha sido muy oportuno y la Febrabingo, a través de asesorías, realizó diversos estudios mostrando cómo los juegos se desarrollan en otros países, principalmente en la Argentina, donde en mi opinión como representante del sector creo que es la mejor legislación. Comenzaríamos en Brasil una nueva era de transparencia, mostrando a la sociedad cómo se hace un control real de la actividad (autorización, fiscalización, control en tiempo real) y principalmente eliminando la clandestinidad, no dejando ninguna duda al apostador. Otros importantes factores positivos están en la recaudación de impuestos de dos billones de dólares anuales, y en la contratación de 500 mil empleos entre directos e indirectos.

Algunos parlamentarios y el propio ejecutivo ven en la reapertura de los bingos una alternativa fundamental en la recaudación de impuestos, que serían destinados a los programas sociales del Gobierno Federal y Estatal.

Con la primera edición de una feria de juegos de azar en México, un país que, al igual que Brasil, no tiene una situación legal clara en relación a los juegos de azar ¿Cree que podría ser un buen ejemplo para su país?

Por supuesto. México reguló los juegos porque no soportaba más, así como ocurre en Brasil, ver al clandestino formar parte del sector. En esta feria estuve presente conversando con representantes de los diversos segmentos de juegos y percibí la preocupación en ocupar definitivamente un espacio que un país serio lo haría, mostrando a la sociedad la recompensa en controlar los juegos dentro de una ley firme y transparente.

¿En que podría ayudar a la causa de Febrabingo la creación en la feria de Monterrey de la Asociación Americana de Reguladores de Juego?

Yo viajé a México especialmente para ver cómo la regulación estaba cambiando el sector de juegos, y analizando la feria de Monterrey vi una preocupación impar en cohibir principalmente al clandestino, que es una plaga para la actividad. Conversando con el Presidente de la Asociación de Permisionarios de Juegos y Sorteos, Alfonso Pérez de Lizaur, demostró mucha sensibilidad y conocimiento en proteger con firmeza y transparencia la actividad en México, por lo cual lo felicité y tengo seguridad de que podrá hacer una buena gestión.

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