La preocupación entre el empresariado es evidente, en un momento de regresión económica que sitúa a un importante número de salas en estado de alarma.
La reducción de la fiscalidad en cuatro puntos, pasando del 26 al 22%, así como la concesión de las máquinas B4 o especiales supondrían un balón de oxígeno para el sector.
Aunque se han solicitado estas medidas con carácter urgente, la idea de la Conselleria de Economía y Hacienda es estudiar el tema con calma. José Miguel Escrig, subsecretario de la misma, ha dado siempre muestras de ayudar al bingo y en esas trabaja de cara al futuro.