sta situación se producía a pesar de los “piquetes” montados por un grupo de ex trabajadores despedidos y agrupaciones políticas que los apoyan, que se mantenían en las inmediaciones del casino.
El secretario gremial de ALEARA, Ariel Fassione, pidió ayer a esos ex trabajadores que “reflexionen” y “dejen de actuar con violencia, como lo hacen cuando atacan las combis y los micros que llegan al casino con el personal que quiere presentarse en sus puestos”.
Además, el dirigente gremial, en declaraciones a la prensa, señaló que ya hay 50 ex empleados que “arreglaron su situación con la empresa y acordaron una indemnización”, en el marco de acuerdos que buscan descomprimir el conflicto.
“La situación tiende a normalizarse y esperemos que siga mejorando, por el bien de dos mil empleados que se desempeñan en el casino y que, como quedó demostrado ayer en una conferencia de prensa, lo único que quieren es trabajar y llevar el pan a sus casas”, aseveró Fassione.
En referencia a quienes permanecen cortando el tránsito en las inmediaciones del casino, el dirigente de ALEARA dijo que “es un grupo minoritario, de no más de 30 ó 40 personas, que tiene el apoyo de organizaciones y partidos políticos que no tienen nada que ver con este conflicto y están buscando un rédito particular”.
Quienes continúan con el acampe, en tanto, ratificaron que permanecerán allí en reclamo de la reincorporación de los despedidos, pese a que en las últimas horas la empresa desestimó esa posibilidad.
Desde la gerencia de recursos humanos de la sala de juegos se había indicado que “no van a ser reincorporados porque la empresa no puede reincorporar a los violentos”.
La referencia tiene que ver con los hechos sucedidos el 9 de noviembre pasado, cuando un grupo de 69 trabajadores -actualmente cesanteados y con una causa ante la Justicia Federal- protagonizó destrozos dentro de las instalaciones de los barcos-casino.