Benalmádena, Fuengirola y Torremolinos fueron el año pasado centros de radicación de focos de apuestas ilegales situados en pubs y bares, por lo general regidos por extranjeros que se dedicaban a las apuestas hípicas y deportivas mediante una serie de circuitos que contaban con pantallas retroproyectores, televisores y pantallas de plasma.
Entre los afectados por esta plaga figura la ONCE, que ha denunciado que alrededor de 1.300 vendedores operan en la Comunidad vendiendo cupones de sorteos ilícitos que dañan seriamente las ventas de la Organización Nacional de Ciegos.