Blair y Tessa Jowell, la ex secretaria de cultura, habían planeado una legislación para remover la prohibición. El actual cambio de política, declarado por James Purnell, el nuevo secretario de cultura, es un nuevo signo de que Gordon Brown ha abandonado la
liberalización generalizada del juego planeada por su predecesor.
La semana pasada, el Primer Ministro sorprendió a la Cámara de los Comunes al anunciar que estaba reconsiderando el plan para construir el primer casino al estilo Las Vegas, en Manchester.
Las propuestas para terminar con la prohibición de la publicidad para centros de apuestas, sitios de juego y slots había provocado la oposición de los líderes de la iglesia, quienes advirtieron que esa medida traería mayores problemas de adicción al juego.
En su primera entrevista desde que asumió hace dos semanas, Purnell dijo: “Esta es una de las preocupaciones que la gente ha mencionado, y una de las cosas de las cuales, como nuevo ministro en el área, me ocuparé metódicamente para ver si dichas preocupaciones son legítimas. Es importante hacer una revisión completa de toda la evidencia”.
El ministro dijo también que iba a revisar toda la legislación concerniente al juego.
Además, defendió la decisión de revisar el tema de los supercasinos. Se llegó a un impasse en el parlamento ante dicha propuesta luego de que los lores votaran en contra de la misma en marzo pasado.
Purnell señaló también que se permitiría que sigan adelante las propuestas para los 16 casinos más pequeños, ya que ha habido un “claro consenso” entre los legisladores en cuanto al tema.