La publicidad convencional continúa planteando limitaciones a los casinos físicos, mientras las casas de apuestas en Internet han encontrado en los eventos deportivos un filón promocional
Los datos de InfoAdex sobre inversión publicitaria en 2006 ponen de manifiesto que sólo el 1,3% del gasto publicitario del juego corresponde a los casinos.
La ONCE y la Lotería Nacional, con inversiones de 77,4 y 51,2 millones de euros, respectivamente, son los operadores que más dinero gastan en publicidad convencional.
Las casas de apuestas, por su parte, destinaron a anuncios en radio, prensa y revistas, Internet y, en algún caso, en televisión temática, 33,2 millones de euros, cantidad 12 veces superior a la empleada por los casinos españoles, que destinaron a publicidad 2,6 millones de euros. En estas cifras no se incluyen los patrocinios deportivos y otros eventos promocionales comúnmente utilizados por los operadores de juego en la red.
A pesar de la normalización social del juego y de los cambios suscitados por la implantación de nuevas tecnologías, la regulación publicitaria a la que están sujetos los operadores físicos apenas ha variado en los últimos años.
Así lo ponen de manifiesto textos recientes como el Decreto 7/2007 de Castilla y León, que obvia el fenómeno del juego remoto.
Entre tanto, el Reino Unido ha levantado recientemente la prohibición de anuncios sobre juego, que habrán de ceñirse a determinadas reglas que garanticen la protección del consumidor.
Mientras la publicidad convencional continúa planteando limitaciones a los operadores físicos, las casas de apuestas en Internet han encontrado en los eventos deportivos un auténtico filón promocional. La fortísima presencia social de estas empresas, mediante la presión publicitaria, contrasta con el carácter alegal de una actividad que, salvo en la Comunidad de Madrid, sigue sin estar regulada.