Los planes de desarrollo para Coconut Creek incluyen un parque recreativo en las inmediaciones del casino en un terreno de unas 15 hectáreas. Sin embargo, aunque parezca mentira, el plan de desarrollo que traerá inversión y empleos a la economía local no ha sido aprobado por la municipalidad, y como es costumbre en este país, los seminoles ahora enfrentan juicios que se han abierto en contra su plan.
La oposición al plan de los seminoles viene del municipio de Coconut Creek y el condado de Broward, donde se abrirán cuatro nuevos casinos en recintos deportivos. La verdad es que los nuevos operadores no indios de los casinos de Broward County se oponen a la expansión de la oferta de los seminoles, quienes han solicitado al Departamento de Asuntos Indios que declaren independiente el terreno en cuestión.
Si los seminoles tienen éxito en su gestión, construirían un hotel de 1.500 habitaciones con un salón de conciertos para 2.500 personas, además de restaurantes, tiendas y oficinas. En esta inversión, ni la municipalidad ni el condado se beneficiarían de los resultados, y esto también es razón para la oposición de estos ante el DAI, que tomaría unos dos años en llegar a una decisión.
La expansión del Coconut Creek Casino fue aprobada por la municipalidad antes de que los seminoles solicitaran la independencia del terreno, donde se construiría el complejo más grande de diversión y casino del Estado de Florida. Si bien es cierto que la nación Seminole está dispuesta a negociar con los gobiernos locales, problemas legales empezados por tres residentes de Coconut Creek dilatarían mucho más el plan de desarrollo de la nación india.