fines de diciembre, Tony Santo, vicepresidente senior de operaciones, y Anthony Sanfilippo, presidente de la División Central de la empresa, anunciaron que se retiraban de Harrah's. Luego, el 3 de enero, Tim Wilmott, presidente ejecutivo de operaciones, con una trayectoria en la firma desde 1987, anunció que se iba en 48 horas.
Mientras que Harrah's había notificado a la Comisión de Seguridad de la Bolsa de Nueva York, la renuncia de Wilmott, no lo habían hecho con los dos primeros. Según el vocero de la empresa, Alberto López, Harrah's no tenía que notificar la renuncia de Santo y Sanfilippo, diciendo que no estaban en la costumbre de anunciar las renuncias de ejecutivos que tenían muchos años en la empresa.
Ante la noticia de que los nuevos dueños de Harrah's habían contratado a las empresas expertas en eficiencia Mackenzie Group y McKinsey & Co., para que estudien la posibilidad de desarrollar un plan de ahorro en sueldos de ejecutivos, los portavoces de la empresa no desmintieron los rumores, y se entiende que se podrían reducir hasta cinco mil puestos de trabajo en los departamentos de construcción, mercadotecnia e informática. López dijo que no tenía conocimiento de cortes en empleos operativos en los casinos.
Según analistas de la industria, los proyectos de Harrah's fuera de Las Vegas no se verían afectados, desde la inversión billonaria en un casino para Biloxi en Mississippi, hasta los proyectos europeos en Slovenia y España.