Sin embargo, los casinos franceses miran con nostalgia la época dorada de los años noventa, en la que el crecimiento fue mucho mayor: por encima de un 10 por ciento anual. Desde entonces el crecimiento se ha ralentizado.
Además, los sindicatos están en pie de guerra por un proyecto de decreto que permitirá automatizar los tradicionales juegos de mesa, como el black jack o la ruleta.
Los trabajadores temen que ese proyecto signifique la pérdida de 3.500 empleos. Por ello, convocaron una huelga el día de Nochevieja, uno de los más rentables del año para los casinos. La huelga que fue seguida en 30 de los 50 principales casinos franceses, según los sindicatos.