Brasil: acusan al ex jefe de la Policía de Río de proteger a operadores ilegales de juego

El comisario Alessandro Moretti, responsable de la investigación, dijo a la prensa que "al menos 200 policías" fuero identificados como vinculados a la llamada “mafia de los tragamonedas y la lotería clandestina”. “Alvaro Lins era el jefe de la banda", subrayó Moretti.

Diputado electo en octubre, Lins -jefe de la Policía Civil de Río de Janeiro desde 1998 a 2006- dijo "poder probar su inocencia". Debido a su inmunidad parlamentaria, el mismo no fue detenido. En su defensa remarcó que ordenó la prisión de dos jefes rivales de la mafia del juego, Rogerio Andrade y Fernando Iggnacio, que actualmente están tras la rejas. No obstante, la investigación de la Policía Federal señaló que Lins daba protección a las bandas de ambos capos a cambio de partidas semanales de dinero.

Los sobornos llegaban a las comisarías de la zona oeste de Río de Janeiro, territorio disputado por ambos grupos mafiosos, a través de emisarios que entregaban el dinero a inspectores vinculados a Lins. Los capos mafiosos pagaban mensualmente unos 2 millones de reales (900.000 dólares), según informó la prensa brasileña.

El viernes, 79 policías civiles y militares sospechosos de estar vinculados al tráfico de drogas en las “favelas” (barrios muy carenciados) fueron arrestados en una operación de las policías Militar y Federal. El sábado, la Policía Federal clausuró 19 salas de bingo de Río de Janeiro y confiscó 6.000 máquinas tragamonedas valoradas en 75 millones de dólares, en el marco de una operación contra el contrabando, fraude fiscal y evasión de divisas.