Se espera que esta medida sea muy bien recibida por todos los apostadores, quienes ya no tendrán que pagar de más cuando quieran hacer una “paradita” a algún caballo, la tradicional “triple de tantos pesos”.
Y, por supuesto, se prevé que no será grata para todos los banqueros, ya que desde ahora tendrán que agudizar el ingenio para retener a sus “clientes”. Tal vez, ofertando una mayor “comisión” para seguir captando boletos.
Esta decisión tiende a combatir el juego clandestino en la numerosa red de agencias bonaerenses, algo que perjudica no sólo al fisco, sino también, y en mayor medida, a la actividad turfística, por el desvío de los boletos que no van a parar al totalizador.