En una encuesta realizada por Ditcher & Neira entre mil 200 personas, el 84,4% de los entrevistados dijo no haber pisado un casino en los últimos tres meses. Del 15,3% de las personas que sí realizó apuestas en ese periodo, 68,5% aseguró haber jugado menos de 15 dólares. El 7.7% advierte que jugó más de 45 dólares.
“Las cifras reflejan un incremento en las jugadas, pero eso no significa que los operadores aumentaron sus ingresos”, dijo Antonio Alfaro, presidente de la Asociación de Administradores de Juegos de Azar.
Raúl Cortizo, director de la Junta de Control de Juegos (JCJ), asegura que el número de jugadores nacionales va en aumento, a la vez que los operadores de casinos se esfuerzan por importar más jugadores extranjeros que aumenten sus niveles de apuestas.
“No hay nadie forzando a los jugadores para que entren a jugar, pero el problema surge cuando ese juego se convierte en adicción”, dice Cortizo. La JCJ estima que en Panamá hay cerca de 3 mil 500 ludópatas.
El 82,7% de los entrevistados coincide en que la industria de juegos fomenta la pobreza y el vicio; mientras que un 70,3% asocia a los casinos con el lavado de dinero. El 62,4% piensa que crea más problemas sociales. No obstante, el 40,5% piensa que la industria crea más fuentes de trabajo y el 33,3% cree que beneficia el desarrollo económico.
“Cuando se habla de ludópatas todos miran hacia los casinos, pero hay otras actividades como la lotería que no se cuestionan”, aseguró Alfaro. La venta de lotería oficial creció 10,5% a 92,6 millones de dólares al primer trimestre del año.
El mayor movimiento de apuestas se registró en los juegos de mesa, póquer y black jack, según la Junta de Control de Juegos.