El Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria y Aduanera (SENIAT) enviará a la Asamblea Nacional la propuesta de ley de impuesto a los juegos de envite y azar como parte de la reforma tributaria que se prepara. En el proyecto se fijarán alícuotas diferenciadas para cada juego y tributarán las loterías, los bingos, los casinos y las carreras de caballos. El organismo presentó opciones de tasas, pero el Ministerio de Finanzas tendrá la última palabra.
Ese tributo de los juegos, por ejemplo, estará incluido dentro de los cartones de bingo o en los billetes de lotería, de acuerdo a lo explicado por los representantes de la institución. Las autoridades estiman que ese tributo complementará la Ley de Loterías que se autorizó el pasado año y la propuesta de Ley de Bingos y Casinos que aún espera por la discusión definitiva.
En la Ley de Loterías se establece que el manejo de la actividad quedará en manos de instituciones de beneficencia pública y esos entes serán los agentes de retención de los tributos, en especial del impuesto sobre la renta.
En la propuesta de Ley de Bingos y Casinos se prevé que los casinos serán gravados con 20% de las ganancias brutas que se obtengan en las mesas de juegos y las salas de bingo tendrán un impuesto de 15% de las ganancias. La cantidad de dinero no podrá ser menor al 70% de los ingresos obtenidos en la sala de bingo. Las máquinas traganíqueles serán pechadas con un impuesto de 15% de las ganancias.
Los parlamentarios en el proyecto establecieron un pago mensual de una regalía de 100 unidades tributarias por concepto de explotación de cada mesa de juego de casino, mientras que las máquinas traganíqueles pagarán una regalía de 30 unidades tributarias. Los ingresos serán destinados a los programas de mejoramiento de los servicios e infraestructura turística.
El ente tributario por diferentes vías trata de compensar el sacrificio que se genera con la eliminación del impuesto al débito bancario, que comenzó a regir el pasado viernes. Con la derogatoria de ese gravamen el fisco dejó de percibir más de 2,3 billones de bolívares (1.072,3 millones de dólares). En el presupuesto se contempló una contribución de 2,6 billones de bolívares (1.212,2 millones de dólares).