Según el gerente de la Lotería de Bogotá, Fabio Villa, se prevén ventas para este año por 50.000 millones de pesos (U$S 22,1 millones). El ejercicio pasado registró ingresos operacionales por 43.000 millones de pesos (U$S 19 millones). En cuanto a las transferencias a la salud, la empresa giró en 2005 la suma de 79.000 millones de pesos a dicho sector (casi 35 millones de dólares).
De la cifra alcanzada el año pasado, 59.000 millones de pesos (26,1 millones de dólares) corresponden al chance, toda vez que la lotería administra en Cundinamarca y Bogotá este tipo de juego, el cual concesionó a Sonapi y a Echeverry. Agregó que precisamente en este tema, se alcanzó un mayor control e inspección, incrementando el recaudo por derechos de explotación y generando nuevos recursos para la realización de promociones y rifas en el Distrito.
Por dicha operación, un tribunal de arbitramento de la Cámara de Comercio de Bogotá ordenó a la firma concesionaria de Chance Sonapi pagar más de 14.000 millones de pesos (U$S 6,2 millones) por derechos de explotación del chance, por los años 2003 y 2004. En 2005 la cifra es de 15.000 millones de pesos (U$S 6,63 millones), de los que ya se recaudaron 8.000 millones de pesos (U$S 3,5 millones). Villa aseguró que el positivo balance de la empresa en materia de cifras es el resultado de, entre otros, un recorte de personal. “Bajamos de 75 a 56 personas. Los empleados que salieron se acogieron a un plan de retiro voluntario en noviembre del año pasado”.
También se hizo una reducción de gastos generales y operativos de aproximadamente el 25%. “Hay una política de austeridad real”, señaló. Añadió que la sola reducción de la planta le significó a la Lotería un ahorro de 890 millones de pesos anuales (394 mil dólares).
De otro lado, el directivo manifestó que es urgente la reforma a la Ley 643 de juegos de suerte y azar, con el fin de que las loterías puedan operar otros juegos. “Necesitamos tener un portafolio de servicios y el gobierno no lo ha querido autorizar”. Agregó que “reducirnos exclusivamente a la lotería es matarnos. Es a largo plazo asesinar a todas las beneficencias y loterías del país, porque es un producto desgastado que tiene su nicho que no crece, sino que va bajando”.
En este sentido, afirmó que es necesario buscar otras alternativas para llegar a nuevos segmentos de la población. Por último, dijo que uno de los cambios más importante en este sector, se dio recientemente al crearse La Nueva Lotería de Bogotá, sin serie, entregando 2.000 millones de pesos (885 mil dólares) con solo tres aciertos e incluyendo una ñapa para jugar oficialmente el chance.