Con esta medida, Fischer y Enjoy podrán acompañar antecedentes y argumentos para rebatir los recursos de protección y órdenes de no innovar interpuestos por Thunderbird ante la justicia -luego de quedar fuera del concurso- y que mantiene detenido el proceso de licitación, si lo acogen los tribunales. Tanto Fischer y Enjoy se hicieron parte, cada uno, a través de la presentación de una solicitud por aquellas zonas donde competían con Thunderbird. El primero presentó sus argumentos para apelar al recurso de protección que compete a Thunderbird Temuco, ciudad donde Fischer tiene su principal proyecto. El segundo presentó una solicitud por Antofagasta y está analizando si hará lo mismo por Rancagua y Concepción, donde sus proyectos se pueden ver afectados por la paralización del proceso.
A Cirsa, Enjoy y Fischer se sumarán otros cinco operadores de casinos. Uno de ellos es Ivisa, conglomerado argentino que presentará en la Corte de Apelaciones a entregar su solicitud en contra de los recursos de protección presentados por Thunderbird Algarrobo y Temuco, que están en las mismas ciudades o regiones por las que postula. En tanto, los abogados de Pinnacle, del Grupo Salguero y del Grupo IGGR, están analizando hacerse parte del proceso.
Los grupos explicaron que decidieron hacerse parte del proceso judicial debido a que el congelamiento del concurso afecta directamente sus intereses. Señalaron que apoyan la decisión adoptada por la Superintendencia de dejar fuera los seis proyectos de Thunderbird, dado que no cumplieron con el requisito de cancelar el 50% del capital social y sólo pagaron el 50% del capital mínimo.
Agregaron que la decisión de la SCJ se acoge a derecho en forma y fondo, dado que sólo está haciendo cumplir la ley. Si hubiera sido al revés, es decir, si se hubiera cedido a la solicitud de Thunderbird, se vería en juego la transparencia del proceso, generando la reacción de todos los demás grupos, por lo que en vez de seis recursos de protección, podrían haber sido 17 o 40, precisaron.
Por su parte el Grupo Thunderbird, a través de un comunicado, señaló que se ha buscado darle a su acción judicial la imagen de que las empresas están en guerra, cuando no es así. “Aquí no hay una guerra. Existe un conflicto entre una empresa que actuó legalmente y el Superintendente de Casinos de Juegos, Francisco Leiva, quien interpretó arbitrariamente la ley. En un estado de derecho este tipo de conflictos los resuelve el poder judicial y eso es lo que está ocurriendo aquí: el proceso está paralizado por fallos judiciales, pues la Corte de Apelaciones determinó que es necesario investigar cómo operó la Superintendencia”, afirmó el gerente de Thunderbird Chile, Peter Le Sar.