El diario The New York Post señaló que Trump, quien posee varios casinos en Atlantic City (Nueva Jersey), y Arthur Goldberg, presidente de Park Place Entertainement, la mayor compañía de juego de Estados Unidos, habrían gastado cientos de miles de dólares con políticos y personas influyentes para impedir que la medida fuera aprobada.
Ninguno de los dos empresarios se había inscrito ante la Comisión como miembro de un grupo de presión, requisito exigido por ley cuando los esfuerzos para influir en los legisladores superan un valor de 2.000 dólares. Golberg habría intentado registrarse como grupo de presión la pasada semana, después de conocer la apertura de una investigación, pero sus esfuerzos fueron percibidos por la Comisión como un intento de evitar una eventual inculpación, según explica el diario.
Trump afirmó al The New York Post que había respetado las leyes y que prácticamente no trabajó a título personal en actividades de este tipo, mientras que un portavoz de Goldberg, Matt Rose, indicó que el empresario tuvo "varias conversaciones informales con no más de dos personas" sobre la legislación en cuestión y que entonces decidió que sería más seguro registrarse como grupo de presión.
Las violaciones a la normativa sobre grupos de presión pueden ser castigadas con multas de hasta 25.000 dólares y generar una inculpación criminal sancionada hasta con un año de prisión. El matutino publicó una lista de los pagos realizados por cada uno según la cual Trump dio 7.500 dólares a siete personalidades respectivamente, entre ellas el consejero del partido republicano estatal, Jeff Buley.