La iGGBA estima que una industria competitivamente regulada, como la que propone la Ley, podría llegar a atraer a Gran Bretaña hasta el 15% de los 11.300 millones de dólares del mercado global del juego online. Estas compañías podrían crear hasta 17.000 puestos de trabajo.
Richard Flint, presidente de la iGGBA, dijo: "La mayoría de la industria del juego online quiere operar en un ambiente regulado que asegure el control sobre operadores inescrupulosos y en el que los consumidores están protegidos. La regulación también pondría salvaguardas para que los niños y ludópatas no accedan a los sitios de juego. La ley en vigencia fue redactada en 1960, antes de la existencia de Internet. La nueva ley es necesaria para establecer una base sólida para la industria".
Sin embargo, la legislación está enfrentando problemas en el Parlamento, perdiendo la carrera en ser aprobada antes de las próximas elecciones generales. Hay cientos de cambios que todavía tienen que ser discutidos en la Cámara de los Lores, mientras que todavía existen profundas diferencias entre los partidos en varias áreas, especialmente la política de casinos.