García San Inocencio también radicó hoy una resolución para que la Comisión cameral de Hacienda investigue la operación de esas máquinas, su regulación, si violan la Ley de Juegos de Azar y cómo perjudica la operación de los casinos hoteleros que aportan al erario.
"La realidad fáctica sobre estas máquinas autorizadas legalmente, sólo para brindar entretenimiento a sus usuarios, es que convierten el establecimiento en un pequeño casino. Esto, debido a que muchos de los custodios o dueños de estas máquinas pagan premios a los usuarios", sostuvo García San Inocencio, en su misiva al Gobernador.
"No se supone que ninguna de estas máquinas pague, es ilícito. Se supone que sólo operen en casinos", agregó en rueda de prensa. El legislador señaló que estas máquinas han recibido licencias para operarlas como medios de entretenimiento, pero no para que los jugadores cobren premios de los dueños de locales.
"El efecto neto de esta práctica (de cobrar premios) es que se trasladan los casinos de los hoteles a las urbanizaciones, comunidades y barrios del país, mientras se promueve el juego de azar y todos los problemas sociales que emanan de la adicción al juego", señala la exposición de motivos de la resolución de García San Inocencio.
Además, el representante solicitó en otra carta a Acevedo Vilá que no apruebe el nuevo Reglamento del Sistema de Vídeo Juego Electrónico que permitiría la instalación de tragamonedas en locales hípicos. El borrador final del reglamento deberá ser sometido a vistas públicas por la Junta Hípica de la Administración de la Industria y el Deporte Hípico, y entraría en vigor una vez sea aprobado por el mandatario y sometido al Departamento de Estado, según García San Inocencio.
El representante independentista ya presentó otra medida para detener la autorización de las tragamonedas en las agencias hípicas. García San Inocencio se opone a la autorización de las máquinas en las agencias porque entiende que aumentaría la adicción al juego entre los portorriqueños y mermaría los recaudos en los casinos de los que depende la Compañía de Turismo.
Según estadísticas de la Compañía de Turismo, las 5.400 máquinas autorizadas en 18 casinos alrededor de la Isla generaron ingresos de unos 242 millones de dólares para el año fiscal 2004. De esa cantidad, 114 millones fueron destinados a los propios casinos; 77 millones al fondo educativo; y 50 millones a Turismo.