La demolición de un antiguo hotel de Valdivia para construir un casino y centro comercial generó una fuerte controversia en la sociedad chilena, ya que el Comité Ciudadano de Defensa de Valdivia considera que el proyecto rompería las normas del actual proceso regulador del juego, haciéndolo legalmente inviable.
Rafael Herreros, vicepresidente de dicha organización, señala que "el proyecto nunca ha tenido permiso de edificación. Lo que hay hasta el momento es un permiso de edificación de un proyecto alternativo secreto, de sólo cuatro pisos". Por esta razón, la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Vivienda y Urbanismo ordenó la paralización de la obra.
A pesar de esto, Manuel Balmaceda, gerente de proyectos del Holding Inmobiliario S.A., aclaró que "contamos con todos los permisos y las autorizaciones de rigor. Permiso de edificación, permiso de demolición, todo al día. Entonces, obviamente cuando tu estás autorizado por la Dirección de Obras Municipales a proceder y en mitad de esto te paralizan la obra, en realidad te sorprende".
Según sus detractores, las modificaciones al plano regulador provocarían un cambio radical en el paisaje urbanístico de la costanera valdiviana. "Recomendarían a juicio de nuestra dirección de obra, tener que bajar las actuales fachadas para el proyecto, tal como está considerado reconstruirlas", explica Ramón González, alcalde de la ciudad.
El futuro del antiguo edificio ya está decidido. Por ello, el propio Claudio Di Girolamo viajó hasta Valdivia para terminar con su obra, con el compromiso de en poco tiempo pintar un nuevo mural.