uando se habla del juego clandestino en la Argentina hay una actividad que parece destacarse significativamente sobre el resto: la quiniela. El mercado negro de las apuestas se concentra casi exclusivamente en esta "especialidad", a pesar de que en la provincia de Buenos Aires existen unas 3.000 agencias de quiniela habilitadas legalmente que recaudan por mes unos 85 millones de pesos. De este dinero, los agencieros se quedan con el 35% y el resto se reparte en premios.
Según fuentes del Gobierno bonaerense, la quiniela clandestina mueve al menos la misma cantidad de dinero, de lo que se deduce que los levantadores de quiniela clandestina se quedan con unos 29 millones de pesos mensuales, más de 340 millones al año.
Este negocio produce un daño adicional. En la Provincia, parte del dinero recaudado en juego legal va directamente al presupuesto de Educación. Se trata de millones para escuelas que la quiniela clandestina le quita al sistema. De acuerdo a datos oficiales de Lotería de la Provincia de Buenos Aires, en el año 2003 se destinaron a Educación 39.652.452 pesos (más de 13 millones de dólares) provenientes de las apuestas legales en la quiniela.
Una cifra define el volumen de este fenómeno: el juego clandestino movió más de 1100 millones de dólares, mientras que el narcotráfico movilizó poco más de 50 millones de dólares.