¿A partir de su nueva posición en TCS, cuáles serán los objetivos a corto y mediano plazo de la compañía?
El objetivo a corto plazo es hacer que nuestra oficina de TCS América -que incluye Estados Unidos, Sudamérica, Canadá y el Caribe- sea aún más autosuficiente, para poder desarrollar los planes que tenemos a largo plazo: crecer en el mercado. Porque en este mercado, TCS ha estado como dormido, y aunque no ha bajado su crecimiento sólo se ha mantenido nivelado. En los siguientes dos años queremos duplicar en un 100% el negocio de TCS en la región de las Américas.
¿Y cuáles serán los planes en Latinoamérica, específicamente?
América Latina es una región que tenemos que reorganizar, porque verdaderamente ha estado un poco relegada y, durante estos primeros seis meses de trabajo, haremos algunos anuncios muy importantes acerca de estrategias unidas con otras compañías para lograr una mayor representación. Posiblemente, también pueda darse la opción de fabricar en Sudamérica para abastecer el mercado interno.
¿Sería entonces sólo para cumplir con la demanda de Sudamérica?
Inicialmente sí. Pero, obviamente, al fabricar productos en Sudamérica o en cualquier otro lugar del mundo, hay que probarlos y verificarlos para así poder controlarlos. En concreto, la idea sería que el primer año y medio fabriquemos para Sudamérica y luego, si todo marcha bien, comenzáramos a exportar.
¿Cuáles serán los primeros pasos que tiene previstos desde su nuevo cargo?
Personalmente, esta primera semana me concentraré en conocer, salir y apoyar a quienes a partir de ahora estarán a mi cargo, y decirle a la gente que se vienen muchos cambios. Entre ellos, vamos a utilizar la muy buena imagen que tiene TCS John Huxley. Y la impulsaremos en Sudamérica, pero con un poco más de economía. Obviamente, entendemos que para hacer negocios en esta región, es necesario bajar los márgenes de ganancias, y eso estamos dispuestos a hacer.