Este y otros datos fueron presentados el pasado viernes durante las jornadas organizadas por la Comisión Española de Organizaciones de Empresarios del Juego del Bingo (CEJ) con motivo de su 25 aniversario.
De los datos estadísticos de la Memoria del Juego 2002 se desprende que el 61 por ciento del dinero que movió el juego el año pasado corresponde a casinos, bingos y máquinas tragamonedas.; un 30 por ciento, a los juegos de la Organización Nacional de Loterías y Apuestas del Estado; y el 9 por ciento el cupón de la lotería ONCE.
En cuanto a la distribución de las cantidades jugadas por Comunidades Autónomas, encabeza la lista Cataluña (4.203 millones de euros), Madrid (3.911), Andalucía (3.675) y Valencia (3.181), Castilla y León (1.564), Canarias (1.405), Galicia (1.248), País Vasco (1.241), Murcia (938) y Aragón (862). Continúan la clasificación Castilla La Mancha (853), Baleares (819), Asturias (680), Extremadura (447), Cantabria (353), Navarra (243), La Rioja (156), Ceuta (43) y Melilla (32).
En relación al número de bingos, la Comunidad Valenciana se sitúa a la cabeza con 85, seguida por Madrid (78) y Cataluña 72.
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Empresarios del Juego del Bingo (CEJ), José Luis Iniesta, reivindicó una menor presión fiscal, que en la actualidad ronda el 23 por ciento, por "amenazar a un sector" que ha cerrado 121 salas en los últimos 11 años. El bingo, que da empleo a 30.000 personas en 483 salas repartidas por todo el España, generó en 2002 un volumen de 3.667 millones de euros -lo que representa el 14 por ciento del total del juego público y privado en España-; un 64,5 por ciento se devolvió en premios, un 23,5 por ciento fue a parar a tasas fiscales y recargos y un 12 por ciento correspondió a los ingresos de las empresas.
Entre los problemas que acucian al sector destacó que "no nos permiten publicidad y no podemos decirles a la sociedad española si somos buenos, malos o regulares", agregó que en España está mal visto todo lo relacionado con el "juego" y criticó que les impiden el uso de las nuevas tecnologías como Internet.