El ministro de Cultura, Matt Hancock, declaró que optaron por "proteger a la gente vulnerable" ya que estas máquinas son "una plaga social" y el Gobierno está decidido a construir una "sociedad más justa".
Por su parte, la viceministra de Deportes, Tracy Crouch, indicó que el "problema del juego puede destruir vidas, familias y comunidades. Es correcto que tomemos medidas ahora para asegurar que hay una industria del juego responsable que protege a los más vulnerables de nuestra sociedad".
"Si bien queremos una industria del juego saludable que contribuya a la economía, también necesitamos una que hace todo lo que puede por proteger a los jugadores", subrayó la viceministra.
El consejero delegado de la firma de apuestas William Hill, Philip Bowcock, aseguró a la BBC que el límite de 2 libras puede tener un impacto devastador en el sector del juego de azar y anticipó que la mitad de las tiendas que albergan estas máquinas en el Reino Unido podrían cerrar.